Stefan Zweig nació en el seno de una rica familia de industriales y banqueros judíos de Viena. Cursó estudios de Filosofía y Filología germánica y románica en la Universidad de Viena, donde se doctoró en 1905. Su excelente posición económica le permitió dedicarse tras finalizar sus estudios universitarios a sus dos pasiones: la literatura y el viajar. Tradujo a autores como Verlaine, Emile Verhaeren o Baudelaire y escribió obras teatrales, varios poemarios y algunas obras en prosa que le convirtieron en un autor de éxito.Viajó además por Francia, España, Argelia, Ceilán y la India. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial trabajó en el archivo militar y en el servicio de propaganda, pero su inicial entusiasmo por la guerra evolucionó progresivamente a posiciones pacifistas. tras la contienda se estableció con su mujer Friderike von Winternitz en Salzburgo, donde escribió la mayor parte de las obras que le hicieron mundialmente famoso: «Carta de una desconocida» (1922), «Amok» (1922), «Miedo» (1925), «Joseph Fouché» (1929), «María Antonieta» (1932), pero sobre todo, «Momentos estelares de la humanidad» ((1927). En esta época compaginó estos éxitos editoriales con más periplos a través de la URSS, Italia o Sudamérica. Pero todo cambió con el ascenso al poder del nazismo. En 1934 su casa fue registrada por la policía de Hitler, Amenazado por su doble faceta de judío y pacifista, algo imperdonable en la Alemania del Tercer Reich, se exilió en Londres, donde continuó una fecunda carrera intelectual. Continuó publicando biografías, novelas, ensayos, artículos de prensa y sobre todo alumbró su magistral autobiografía «El mundo de ayer», redactada entre 1939 y 1940, y publicada en 1942.
La desesperación que le ocasionaron los triunfos militares nazis en Europa le llevaron a buscar refugio en América con su nueva mujer, Charlotte Altmann (se separó en 1938 de Friderike). En primer lugar vivió en Nueva York y poco después en Petrópolis (Brasil) donde publicó su novela «Novela de ajedrez» (1942), Convencido del triunfo de Hitler, Zweig y su esposa se suicidaron por ingestión de barbitúricos el 22 de febrero de 1942.
Sweig no ejerció la religión judía, pues pensaba que «Mi madre y mi padre eran judíos solo por un accidente de nacimiento».
Deja una respuesta