El espionaje nazi inventó un curioso procedimiento de transmisión de mensajes a través de motas en sus cartas. Los espías mandaban todo tipo de misivas en las que había unas diminutas motas (del tamaño de un punto) que eran fotografías de material de espionaje.
El invento lo realizó el profesor Zapp, de la Universidad de Dresden. Consistía en una hoja de papel que era fotografiada por una cámara y reducida al tamaño de un sello. Luego era otra vez fotografiada por un microscopio invertido a 200 aumentos. Posteriormente se fijaba sobre un cristal y se extraía con colodión. Resultado: una Mota de polvo que se adhiera a una carta.
El que lo quería leer necesitaba un estéreo Microscopio de 200 aumentos.
Los americanos descubrieron el sistema pero era muy difícil saber qué cartas tienen motas espías.
Los alemanes fabricaron una pequeña máquina que hacía las micromotas. Que distribuyeron entre sus espías en USA.
Se sabe que hubo miles de estas cartas con información de las que jamás se supo nada. Todo un éxito del espionaje alemán.
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