
La niñez del hombre que formó el mito del Führer para el pueblo alemán, fue un tanto triste. A los 12 años contrajo la polio y quedó cojo para toda su vida. Perteneció a una familia de clase media baja. Era un brillante estudiante y sacó la carrera siendo el primero de su promoción. Sus padres, devotos católicos, quisieron que se ordenara sacerdote. Pero desatendiendo los consejos y las becas obtenidas de la fundación Alberto Magno prefirió la política y las chicas. Pese a su débil aspecto tenía un gran éxito en las relaciones debido a su simpatía y facilidad de palabra. Fue rechazado en el Ejército y esto le creo un gran desprecio por los generales. Escribió en su juventud varios libros, uno sobre la vida de Jesús. El más importante fue Michael, una especie de diario pomposo y fatuo de alguien que es todo, estudiante, Revolucionario, obrero… En este libro aparece el primer ataque a los judíos, afirmando que Cristo no podía ser de esa raza inferior, pero los historiadores piensan que estos párrafos fueron añadidos posteriormente, cuando ya era el artífice de la propaganda nazi.
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