Según un amigo suyo, el escritor austríaco Joseph Roth manifestó en junio de 1932: “Ha llegado el momento de irnos. Quemarán nuestros libros, pensando en nosotros. Si uno se llama Wassermann, Döblin o Roth no puede esperar más. Tenemos que marcharnos, para que sólo prendan fuego a nuestros libros”. Seis meses después, Roth abandonó Berlín y se instaló en París. En mayo de 1933, los nazis quemaron los libros de numerosos intelectuales, como había predicho Roth, que fueron declarados proscritos. Hasta 1939, Roth publicó en París gran parte de su obra, en las que destacan además de sus novelas, sus artículos en revistas y periódicos contra los regímenes dictatoriales en general y el nacionalsocialismo en particular, muchos de los cuales aparecen recogidos en este volumen de La filial del infierno en la Tierra. En esta antología además se reúnen las cartas que dirigió a su amigo Stefan Zweig, también escritor judío austríaco y exiliado y que acabó suicidándose en Brasil en 1942.
Esta edición es de El Acantilado (2004), y la traducción, de Berta Vias Mahou.
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