Jefes de Estado Mayor Combinado

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Jefes de Estado Mayor Combinado. Almirante William D. Leahy
Almirante William D. Leahy

El comité de Jefes de Estado  Mayor Combinado, más conocido como CCS (Combined Chief of Staff, en sus siglas en inglés), fue el resultado de una serie de reuniones mantenidas entre Churchill y Roosevelt tras el golpe japonés a Pearl Harbor, en diciembre de 1941. El CCS tuvo su sede en Washington, y preparó una serie de reuniones periódicas bajo la presidencia del representante personal del presidente norteamericano, por si acaso les quedaba duda a los ingleses de quien mandaba de verdad en Occidente. El comité de Jefes de Estado  Mayor Combinado enlazó la Junta de Jefes de Estado Mayor estadounidense y la Misión Conjunta de Jefes de Estado Mayor británica. Con el comité colaboraron una serie de comités que organizaron los servicios de espionaje, el transporte, la logística en general, las comunicaciones, los asuntos civiles y la meteorología. El almirante William D. Leahy fue presidente desde abril de 1942. Por parte británica destacó el mariscal sir John Dill. El comité de Jefes de Estado  Mayor Combinado se reunió unas doscientas veces entre enero de 1942 y el final de la contienda, en las que se tomaron decisiones trascendentales no sin cierto acaloramiento entre los representantes de uno y otro país occidental. El británico Dill falleció en noviembre de 1944, y tuvo el honor (dudoso, digo yo) de ser el único extranjero inhumado en el Cementerio Nacional de Arlington.

Jefes de Estado Mayor Combinado. Mariscal Sir John Dill
Mariscal Sir John Dill

Como siempre, en casa del herrero cuchillo de palo. El CCS tuvo sus defectillos, uno de los cuales, y no baladí, era que tenía la sede en territorio norteamericano, algo que hacía que a los británicos se les llevasen los demonios. Al fin y al cabo, la potencia imperial (al menos hasta entonces) era la vieja Britania, y lo llevaban muy a gala. El mismo Churchill, miembro de la más rancia aristocracia británica era un imperialista de tomo y lomo. El caso es que la influencia estadounidense era casi absoluta en la toma de las principales decisiones. El CCS no incluyó a la URSS dentro de su organigrama. Durante los momentos más duros de la batalla de Moscú, Stalin rechazó reunirse con los otros dos grandes, por lo que los occidentales siguieron su particular línea de actuación, de la que se excluyó deliberadamente a los soviéticos. Aunque hay que reconocer que Stalin tampoco mostró demasiado interés en formar parte de una organización interaliada permanente. Esta actitud de ambas partes, condenadas a entenderse en su lucha contra el Eje y sus aliados, signiificaba que en principio, las operaciones contra el Reich se dirigían desde dos frentes separados, el oriental y el occidental. Ambos centros neurálgicos, que a pesar de todo tenían un objetivo común, la lucha contra el nazismo, desataron bastantes tensiones entre ellos. Por eso, la llamada «Gran Coalición» nunca estuvo coordinada, y Stalin lamentaba una y otra vez la tardanza en la apertura de un «segundo frente» que aliviase la presión sobre la URSS en el frente oriental, que había sido muy fuerte, aunque llegó un momento en que comenzó a aflojar, gracias en parte a la recuperación del Ejército Rojo. El segundo frente tardó lo suyo en abrirse, o bien porque los aliados anglonorteamericanos realmente no estaban preparados para ello, o bien, es que Churchill, sobre todo, deseaba debilitar lo más posible a Stalin, como viejo antibolchevique que era.

Es cierto que en todas las capitales aliadas (Londres, Washington, Moscú) los restantes paises de la Coalición estaban muy bien representados, ya fuese por diplomáticos, militares, ya fuese, por supuesto, por los sempiternos espías, que podían pertenecer a uno u otro estamento o ser espías profesionales y de postín, en algunos casos. Los aliados occidentales y los soviéticos lucharon contra los nazis, pero no como fuerza unificada, sino que actuaron en paralelo. Stalin, llegado el momento oportuno apostó por ocupar la mayor parte de Europa oriental que pudo para luego presentarse antes sus aliados desde una posiición de fuerza, como efectivamente ocurrió después.

Churchill y Roosevelt se reunieron en total en nueve ocasiones (Terranova, Washington, Casablanca, Washington otra vez, Quebec, El Cairo, Teherán, Quebec, otra vez, Yalta). Stalin acudió a dos de estas «cumbres» interaliadas: Teherán y Yalta. Y una vez más, Postdam reunió a los «Tres Grandes» tras el final de la guerra en Europa, pero ya sin Roosevelt, que había fallecido en abril de 1945. Su lugar fue ocupado por el nuevo presidente USA, Harry Truman.

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