Franz Hessel era hijo de un banquero judío. Cuando su padre murió, Franz y sus hermanos, junto con su madre, se instalaron en Berlín, donde el futuro escritor pasó el resto de infancia. Con 18 años comenzó la carrera de Derecho y después de Estudios Orientales en la Universidad de Munich, pero no acabó ninguna de las dos. En Munich vivió muy bien gracias a la herencia familiar. Consiguió publicar relatos sueltos y un tomo de poesía, Compañeros de juego perdidos (1905). En 1906 se trasladó a la bohemia París donde contactó con Picasso, Apollinaire y Max Jacob. En 1913 vio la luz una novela autobiográfica que tituló El tenderete de la felicidad. En ese mismo año contrajo matrimonio con la pintora y periodista del mundo de la moda Helen Grund. El hijo que tuvieron en común, Stéphane Hessel fue diplomático y político francés, fallecido en 2013, precursor del movimiento global de los indignados. Franz Hessel combatió en la Primera Guerra Mundial en el frente de Estrasburgo, donde fue herido. Una vez recuperado, fue destinado a tareas administrativas y de vigilancia. Cuando la herencia de que disfrutaba se fue acabando, tuvo que buscar trabajo y tras la guerra se incorporó a la editorial berlinesa Ernst Rowohlt, donde ejerció tareas de lector y traductor. Su producción periodística y literaria durante estos años fue verdaderamente impresionante, pues escribió numerosos artículos y reseñas para Die literarische Welt y Das Tagebuch, editó la revista literaria Vers und Prosa, y tradujo obras de Balzac, Casanova, Stendhal y Marcel Proust. Publicó las novelas Romance parisino (1920) y Berlín secreto (1927). También vio la luz un «manual del arte de pasear» y uno de los libros más importantes de la moderna literatura urbana, Paseos por Berlín (1929). Pero en 1933 se acabó lo que se daba cuando los nazis accedieron al poder en Alemania, pues como judío que era, a Franz Hessel se le prohibió publicar y ejercer cualquier profesión. Jugándose el pellejo, el editor Rowohlt le ayudó encargándole secretamente traducciones para que pudiese sobrevivir. Pero durante la década de los 30, las cosas fueron a peor para los judíos en la Alemania nazi, y en 1938, Hessel y su familia huyeron a París, y posteriormente al pueblo de Sanary-sur-Mer, donde estaban exiliados numerosos alemanes, que huían de la barbarie nazi. En 1940 fue internado en un campo de concentración, donde murió pocas semanas después.
Franz Hessel fue el paseante discreto que deambula por la gran ciudad descubriendo rincones y matices agradables y/o misteriosos ocultos al gran público, una experiencia que trasladó a su obra Paseos por Berlín, la que le dio fama mundial. Fue autor también de Marlene Dietrich uno de los primeros retratos de la actriz alemana,
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