El cañón más grande que jamás se ha construido fue el gran Gustav. Lo hizo Gustav Krupp, famoso magnate de la industria del acero alemana. Se emplearon 5 años en llevarlo a cabo. Se utilizó en el asedio de Sebastopol y dejó la ciudad reducida a escombros. Con un calibre de 820 mm, necesitó 5000 hombres trabajando sin descanso para acabarlo. Sus proyectiles pesaban 7 Tm y podían ser lanzados a 150 Km de distancia. Podían atravesar muros de 7 m de espesor. La detonación se oía a 15 km, con lo cual el efecto psicológico era demoledor.
Sin embargo, era muy complicado de trasladar. Hitler quiso convencer a Franco para llevarlo hasta Gibraltar y destruir el Peñón. Pero la mala calidad de las vías españolas imposibilitó el transporte.
Como dato curioso, el dictador Iraquí Sadam Husein ordenó la fabricación del cañón Babilonia, con un calibre de 1000 mm y un alcance de 1000 Km. La derrota de Sadam frenó la posibilidad de que esta locura se hiciera realidad.
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