Egon Erwin Kisch nació en Praga y era hijo de un próspero comerciante judío de telas. Cursó algunas materias de Ingeniería y de Historia y Filología en la Universidad de Praga. En 1904 abandonó estos estudios y se matriculó en una escuela de periodismo en Berlín. Entre 1906 y 1913 trabajó como reportero local en el diario de Praga en lengua alemana Bohemia, escribiendo reportajes sobre las duras condiciones de vida en los barrios bajos de la capital checoeslovaca. Combatió como voluntario en la Primera Guerra Mundial y cayó herido. Se convirtió en pacifista, iniciando un periodo de activismo político fundando una asociación ilegal de obreros y soldados. Participó en la huelga general de enero de 1918 e ingresó en el Partido Comunista de Austria. Expulsado por subversivo de Austria, se afincó en Berlín donde vivió hasta 1933, cuando los nazis tomaron el poder. En estos años se incrementó su actividad periodística y literaria. En 1923 publicó una antología, Klassischer Journalismus (Periodismo clásico). Viajó por Europa, Asia, África y América. El 28 de febrero de 1933 fue detenido como sospechoso de provocar el incendio del Reichstag, pero liberado y expulsado a Praga gracias a la intervención del gobierno checo. En la guerra de España trabajó como reportero de las Brigadas Internacionales. Cuando se inició la Segunda Guerra MUndial, rechazada su petición de asilo en EEUU, se exilió en México, donde trabajó como redactor de un periódico fundado por exiliados, Freies Deutschland. En el mismo país centroamericano fundó la editorial El Libro Libre, escribió reportajes sobre sus viajes por el país y en 1942 un libro de memorias, Marktplatz der Sensationen (El mercado de las sensaciones). Tras la guerra volvió a Praga donde continuó trabajando en el sector periodístico y editorial. Falleció en su ciudad natal el 31 de marzo de 1948 como consecuencia de un derrame cerebral.
El lema de Kisch era «Nada es más excitante que la verdad». Se le considera el creador del reportaje literario en lengua alemana. Hoy en día, los reportajes de Kisch son todavía un modelo en las escuelas de periodismo de Alemania y Austria.
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