
Herschel Grynszpan era un joven judío polaco de 17 años cuando el 7 de noviembre de 1938 le dio por entrar en la embajada alemana en París, pistola en ristre y mató al tercer secretario de la legación, Ernst vom Rath. La actuación de Herschel Grynszpan desencadenó toda una serie de acontecimientos, que confluyeron en lo que se conoció como Kristallnacht, la Noche de los Cristales Rotos, en castellano. La Noche de los Cristales Rotos fueron una serie de pogroms (o ataques masivos) dirigidos contra los judíos en Alemania y Austria, y tuvieron lugar el 9 de Noviembre. Fueron el germen de la Solución Final de la cuestión judía.
Las causas que motivaron el asesinato de Vom Rath nunca han sido aclarados del todo. Posiblemente fue un acto de venganza ejecutado por Grynszpan, para desquitarse por la expulsión de territorio alemán de unos 17.000 judíos polacos, entre los cuales se encontraba la familia del propio Grynszpan, una expulsión que tuvo lugar a finales de octubre de 1938.
Parece demostrado que Herschel Grynszpan tenia una personalidad rayana en la psicopatía, que fue incapaz de terminar los estudios secundarios, y que recibió diferentes órdenes de expulsión, por lo que deambuló entre París y Bruselas. El abogado que le defendió ante el tribunal de París explicó una confusa historia de relaciones homosexuales. Los alemanes lograron su extradición, pero jamás le sometieron a juicio, porque los abogados argumentaron que, no siendo ciudadano alemán, no podía ser juzgado en Alemania por un asesinato cometido en el extranjero. Corren rumores de que Grynszpan sobrevivió a la guerra, que de ser cierto constituiría un ejemplo más de la «paradoja de Auschwitz«, es decir, que los judíos culpables de actos criminales no eran exterminados.

Vom Rath fue asesinado en el momento oportuno, algo que le vino muy bien a la Gestapo, que habia investigado al joven diplomático, debido a sus creencias antinazis y a su simpatía hacia los judíos. Seguramente la historia de homosexualidad tejida en torno a él fue fabricada por la misma policía política del régimen nazi. En resumen, a los nazis les vino de perilla que alguien, por las razones que fuesen, matase a Vom Rath. Puede que Grynszpan actuase de involuntario instrumento de los agentes de la Gestapo, que no está demostrado que manipulasen al joven polaco. Pero lo cierto es que la Gestapo mató dos pájaros de un tiro, pues eliminaron a un molesto elemento antinazi y justificaron a su vez los actos violentos contra los judíos desencadenados en la Noche de los Cristales Rotos.
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