¿Cómo fue posible que Hitler engatusara a una nación entera y llevará a millones de personas a la muerte?.
Porque, es cierto, que siempre hay fanáticos que siguen a cualquier mesías que dice lo que uno quiere oír. Pero este caso es distinto. Para explicar mejor lo que quiero decir, voy a transcribir lo que escribe Albert Speer, arquitecto del Reich y uno de sus pocos amigos de verdad. Esto lo escribió en sus memorias antes de conocer a Hitler. «… Pero aquel día se presentó con un traje azul de buen corte, demostrando una llamativa corrección burguesa; todo esto subrayaba la impresión de que era un hombre capaz de adaptarse a cualquier ambiente que le rodeara.
Con aire de rechazo, intentó acabar con aquellas ovaciones, que duraron largos minutos. Después cuando comenzó a hablar en voz baja, vacilante y con cierta timidez, no precisamente pronunciando un discurso sino exponiendo una especie de conferencia histórica, este hombre despertó en mí algo que me gano para él; tanto más cuanto que todo era completamente contrario a lo que yo había esperado en razón de la propaganda hecha por el enemigo: un demagogo frenético, un fanático vociferador y gesticulante vestido de uniforme. Tampoco los estruendosos aplausos hicieron abandonar su tono doctoral.
Su ironía estaba atenuada por un humor del que tenía conciencia. La timidez inicial de Hitler no tardo en desaparecer alzaba veces el tono de su voz y hablaba con energía y sugestiva fuerza de convicción. Esta impresión era mucho más profunda que el discurso en sí, del cual no me quedo gran cosa grabada en la memoria.
Además, me encontré arrastrado también por el entusiasmo que, de frase en frase, llevaba en volandas al orador, podría decirse que de una manera física.
Al final de su exposición, Hitler no parecía hablar ya para convencernos; más bien parecía estar convencido de expresar lo que esperaba yo de él.
«… Lo que de él esperaba el público convertido en masa. Y, como si se tratara de la cosa más lógica del mundo, llevar por donde se quisiera a los estudiantes y una parte del profesorado de las universidades más grandes de Alemania. Y eso que en esta ocasión no era todavía el soberano absoluto, acorazado contra toda crítica, sino que se encontraba expuesto a ataques procedentes de todos lados.»
Una oratoria brillante entra en sintonía con los cerebros del auditorio y puede producir la magia de la obnubilación.
¿Es esta la razón que hizo que Hitler se hiciera con el poder?. No. Como siempre, fueron muchos los factores que entraron en juego. Pero indudablemente tuvo una importancia vital para arrastrar al pueblo alemán.
¿Ha ocurrido esto con los grandes dictadores de la humanidad? No.
Si analizamos algunos. Stalin consiguió hacerse con el poder medrando dentro del partido y eliminado a sus competidores.
Napoleón lo logró ganando batallas. César y Augusto de la misma manera. De la misma forma Alejandro Magno, Ghengis Kahn, etc…Hitler fue distinto.
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