Cuando los rusos entraron en Berlín a finales de abril de 1945, muchos de sus soldados asaltaron los sótanos donde se escondían numerosos berlineses y les robaron sus objetos de valor. Después comenzaron los abusos contra las mujeres alemanas. Escogieron primero a las mujeres más atractivas y se las llevaron para abusar sexualmente de ellas. Después se llevaron a las menos atractivas y por fin, en muchos casos, los soldados que estaban en un estado ebrio (o no) violaron incluso a ancianas y niñas. Si algún hombre intentó impedirlo, fue muerto a tiros o a palos. Era la misma actuación que habían seguido muchos soldados soviéticos desde que habían entrado en Alemania,

Durante muchas semanas, numerosas mujeres alemanas fueron violadas hasta varias veces al día, y cuando los soldados se cansaron de ellas, algunas fueron asesinadas. La violación se convirtió en algo cotidiano duante un tiempo, en un verdadero acto de guerra por parte de los aliados, hasta que se consiguió restablecer el orden entre la soldadesca. Pero no sólo fue lujuria lo que movió a los soldados a perpetrar este excrable crimen contra las mujeres, sino también, en el caso de los soviéticos, por venganza después de las masacres que habían sufrido a manos de los nazis durante la invasión de la Unión Soviética. Recordemos que los alemanes llegaron a capturar hasta seis millones de soldados soviéticos de los que solamente sobrevivió al final de la guerra un millón escaso. El resto murió de hambre, frío, enfermedades y todo tipo de penalidades en campos de concentración a la intemperie. A este hay que sumarle que parte de las tropas soviéticas eran reclusos traidos de los gulags siberianos, muchos de los cuales eran asesinos de los cuales no se podía esperar ninguna piedad.
Estudios recientes han concluido que fueron violadas por las tropas rusas dos millones de mujeres alemanas. A causa de las reiteradas violaciones, quedaron embarazadas unas cien mil. Casi todas las mujeres que se hallaron en esta situación abortaron de forma controlada, pero hubo algunas que trajeron al mundo a los que se llamaron Rusenbabies. Según la historiadora Miriam Gebhart, los ocupantes angloamericanos tampoco se quedaron atrás en cuanto a abusos contra el género femenino, y da la aterradora cifra de 860000 alemanas violadas, un asunto mucho menos conocido que los abusos cometidos por el Ejército Rojo. Elfriede Seltenheim, que tenía 14 años en febrero de 1945, contó como fue arrancada de su familia en el pueblo alemán de Ostbrandenburg y como en un barracón aislado los soldados estadounidenses la violaron repetidamente durante varias semanas.
Marta Hillers, periodista alemana atrapada en Berlín, escribió un diario de su propia experiencia entre los días 20 de Abril y 22 de junio de 1945. Hillers describió como fue violada repetidamente por soldados del Ejército Rojo. Sus memorias fueron publicadas en forma de libro autobiográfico en 1954 con el título Eine Frau un Berlín (Una mujer en Berlín). En sus memorias, Hillers llegó a contar como tres hermanas ancianas decían que: «Mejor un Russky (ruso) encima, que en un Yank (yanqui) en la cabeza». Preferían ser violadas por los soviéticos a ser bombardeadas por los estadounidenses. Hoy día existe cierta controversia sobre la verdadera autoría de esta obra autobiográfica.
Pero no todo fueron violaciones, pues también hay testimonios de mujeres que establecieron relaciones consentidas con la tropa aliada (rusos y los que no eran rusos) a cambio de comida o regalos, pues eran muchas las penalidades que la población debía soportar tras la finalización de la guerra.
FM
«Pero no todo fueron violaciones, pues también hay testimonios de mujeres que establecieron relaciones consentidas con la tropa aliada (rusos y los que no eran rusos) a cambio de comida o regalos, pues eran muchas las penalidades que la población debía soportar tras la finalización de la guerra».
Si una persona que se encuentra en un estado de vulneración de cualquier índole, cabría preguntarse si eso entra dentro del concepto «consensuado» o «violación». No por el hecho de acceder con reticencia, no es una violación.